Libro número 166 catalogado en la MICROBIBLIOTECA del quintocé
EL ESPÍRITU DEL
BOSQUE
De la profundidad del bosque surgió una criatura extraña. Mitad lobo, mitad hombre. Su cuerpo era flexible como el de un acróbata o una caña de bambú. Abría los brazos como si quisiera abrazarlo todo. Y en su pecho latía un corazón de jade de verde, que se veía a simple vista. A su paso desprendía aromas umbríos y se movía suavemente como si danzara una música ancestral. La niña que lo miraba desde la casita del árbol, como la más deslumbrante criatura que hubiera visto jamás, no cabía en sí de gozo y comenzó a danzar. Luego bajó los escalones de dos en dos. Quería mostrarle a su padre, que siempre tenía lista su escopeta de cazador, aquella asombrosa criatura.
El tiro fue seco. Certero. Ante el demudado rostro de la niña, que ya no nombraría sus asombros ni aquello que sintiera en su corazón.
